Hace ya un tiempo tuve que hacer un cuento para clase de lengua... pero no estaba inspirada para contar una historia... quizás por eso el cuento me salió una mierda muy mal. El lado positivo es que escribí una reflexión que quedó chula, aunque no me iba a servir para lengua, la guardé para la posteridad y creo que ya es momento de sacarla a la luz... :)
La vida como vida es simplemente nula, son cuatro letras puestas de tal manera primero la “V”, posteriormente la “I”, la “D”, y para el fin la “A”. Vivir sin ningún ánimo, ningún reto, ni por conseguir llegar al día siguiente no sirve para absolutamente nada, sería como si leemos “estretifelo”, sabemos como se pronuncia, que letras lo componen, pero ni sabemos usar la palabra y mucho menos lo que significa, puesto a que es una palabra inventada.
Toda la reflexión de esto nos da a conocer que si nuestros padres, desde pequeños, nos hubieran dicho cada vez que querían llamar nuestra atención “estretifelo”, ese sin saber el porqué sería nuestro nombre. En cambio si esa palabra la hubieran usado cuando íbamos a hacer la tarea ahora dirían los profesores: << Hay que hacer los “estretifelos” todos los días. >>, cosa que para nosotros suena un poco raro.
Ya sabiendo porqué llamamos a la vida con las letras <<V, I, D, A>>, vamos a pensar sobre su significado, y no exactamente como el que viene en el diccionario con esas palabrejas tan complejas que para conseguir saber lo que nos quiere decir hay que buscar siete palabras más que no entendemos. No queremos saber ni reflexionar sobre la correcta definición que en tal caso sería: <<Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte>>.
No, vida es aquello que destruimos cada instante. Ese es el tipo de vida que observamos, cada animal, planta, compañero o incluso nosotros mismos, a los que continuamente machacamos por diversión propia sin pensar en cómo le puede estar influyendo. Nuestra vida está dirigida por nosotros y comienza desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche, nuestras decisiones la cambian y varían. Cuando haces algo que desagrada durante mucho tiempo, esa mancha es muy difícil de borrar.
La vida aunque dure unos ochenta años es muy corta y pasa volando, ya que si entramos en el tiempo de vida que tenemos desde que nacemos son aproximadamente unos ochenta años, para algunos más y para otros menos. Esos años implican trescientos sesenta y cinco, días suprimiendo los veintinueves de febrero de aquellos años bisiestos que dan tanta alegría a nosotros los jóvenes porque significa un día más de puente sin clases.
En total son 29.200 días al lo largo de tu vida. En esos días deberás pasar unos 7.300 estudiando, y luego te quedarán unos pocos para trabajar y poder llevar hacia delante tu familia. Existen los días de tu jubilación pero que tan solo son unos pocos días, aproximadamente unos 4.000 días en los que no te va a dar tiempo para casi nada. Por eso la vida se debe aprovechar al máximo, sino acabas sin saber por qué estas viviendo. Y hacer cosas porque si, o simplemente sin comprenderlas no tiene sentido.
Así que aprovecha los 2522880000 segundos de tu vida al máximo y no la desperdicies... ♫