lunes, 28 de marzo de 2016

Worth it ♥

Existen días tristes que a la vez son bonitos, existen sentimientos de gran tristeza y felicidad a la vez, existen recuerdos bonitos que están bañados en un tono de amargor, es lo que fuimos y lo que somos, lo que pasó y lo que está por pasar, es todo y no es nada, es profundo pero superfluo...
Hay días, muchos días a lo largo de estos años que tienen ese sabor amargo, esa sensación de que comienza desde cero la cuenta atrás, ese sentimiento de que no quieres darle al reset del cronómetro aún... Pero no tienes más remedio que coger todo con lo que viniste, coger ese billete de tren, y marcharte hasta que el futuro decida cuando será oportuno volver.
Es esa sensación que aun queda marcada sobre tu piel, esa sombra de las caricias, esa sombra del tacto de su piel, es el recuerdo de sus besos, el olor de sus abrazos, la memoria de sus palabras. Es esa sensación de sentir todo tan lejos, más allá del horizonte que la Tierra nos permite ver, es esa sombría mañana en la que sin palabras, sin ruidos, sin nada que interrumpa, coges todo lo que trajiste y te dispones a volver.
No sé por qué pero cada vez cuesta un poco más llevar a cabo esa rutina de marcharme, cada día la maleta al intentar levantarla del suelo  parece pesar más, cada día parece resistirse más a marchar. Pero a la vez esta ese toque dulce de la esperanza, esa emoción, esas ansias por que pasen los días, por volver. Ese toque dulce de todos los recuerdos nuevos que llevas contigo, de lo mucho que ha merecido la pena, y de lo que valen las interminables horas en tren, y aunque el marcharse sea el precio a pagar, realmente es el precio justo que debe tener.

Es amargo pero perfecto, como el sabor de un buen café, tiene un aroma que invade todos los rincones, un sabor que a muchos no podría agradar, sin embargo si te deleitas en el momento puedes ver como esa sensación amarga es la esencia, lo que lo hace ser como es, lo que diferencia un café normal de ese café, y es cuando sabes que ese amargor es el precio que tiene por ser tan perfecto, tal y como es <3

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Qué soy?

Y andas por el mundo con una sonrisa amarga, caminas por las calles viendo al cielo, disfrutando de su maravillosa forma de ser, de existir. Ves más allá del color azul que la dispersión de la luz nos muestra, ves más allá del calor que la radiación solar nos hace sentir en la piel, vas caminando en tus pensamientos, moviendo las piernas y pies como una vez de pequeños te enseñaron a hacer, es ya un acto inconsciente, talón-punta y cambio de pie. Ensimismada en las reacciones químicas y eléctricas que tu mente crea y que para ti son recuerdos, pensamientos, suposiciones de lo que va a ser. Últimamente es lo único que tienes, la única verdadera compañía que tienes al caminar, el resto es superfluo, insignificante, innecesario, incluso a veces molesto por sacarte de tu propio ensimismamiento.
Dicen que la vida es el día a día, que son los pequeños detalles lo que diferencian la felicidad o su ausencia, y es verdad ¿qué es esta vida sin las pequeñas cosas mas que estudiar para trabajar para tener dinero para no morir de hambre para jubilarte y no morir de hambre para morir?
Es un pensamiento de esos que tienen las personas cuando ya les ha pasado toda su vida por delante, cuando ya ven allá el fin, cuando ya saben que vivieron y que la vida está para aquellos que con ilusión comienzan a vivir, Mi vida acaba de comenzar, sin embargo solo veo a mi alrededor gente con ilusiones, metas, planes, gente que sueña con ganar un Nobel, con destacar en lo que le gusta hacer, con enseñar a otros, crear una familia, con mil planes pendientes y millones de cosas que les falta por hacer. Y me veo a mí, sintiendo que me ilusione por lo que me ilusione la vida va a hacer con ello lo que le de la gana, hoy eso que te hace feliz mañana puede no estar, eso que te aporta seguridad, mañana puede crearte miedo, ese plan tan planeado puede que nunca llegue a pasar, ¿cómo se crean ilusiones nuevas? ¿cómo se planean cosas y metas en tu futuro sin caer después en la decepción?

Siempre he vivido para esa meta impuesta, por ese destacar y asegurarse un futuro, siempre me faltó la parte social de mi mente, y siempre lo compensé con libros y apuntes y resultados, siempre fui la que destacaba en el plano superfluo de lo académico, pero ¿y cuando ni te queda eso? ¿cuándo NO quieres más eso?
¿Qué soy si no soy una mente con patas? ¿Qué soy si no soy aquella que se pasa horas en su escritorio, si no soy la responsablemente responsable? ¿Qué soy?
Cuando te empiezas a plantear todo absolutamente todo lo que has hecho y lo que pretendes seguir haciendo o empezar a hacer, cuando te planteas el por qué estas haciendo lo que haces el qué sentido tiene estudiar eso a lo que le dedicas tanto y que te da tan pocos resultados...
Cuando te planteas eso, debería ser cuando tu vida ya ha pasado... Pero cuando te planteas la pregunta de "Si supieses que te quedan seis meses de vida ¿cambiarías algo?"  antes de tiempo y te das cuenta de que quizás lo cambiarías todo, o prácticamente todo, es entonces cuando viene a tu mente las preguntas de: ¿qué soy? ¿qué quiero ser? ¿cómo quiero que me recuerden?
Preguntas que no sabes responder...