domingo, 26 de octubre de 2014

Para llegar al futuro hay que perder tiempo

Le llaman hacer amigos y es obligarte a convivir con gente que no tragas.
Le llaman pasárselo bien y es matar neuronas por doquier.
Le llaman confianza y es mala educación.
Le tienen miedo a los muertos y los peligrosos son los vivos.
Soy rara, lo sé, lo sabes, lo saben.

Cada día que pasa es un día tachado en el calendario, un día menos para que lleguen los exámenes, para poder encerrarme en mi cuarto y no tener que ver a nadie, no tener que dar explicaciones de porque no me voy por ahí a machacar neuronas, a refregarte con cualquiera, a compartir babas.
Un día menos para que exista de verdad el silencio, un día más para vacaciones, para volver, para no tener que vagar perdida por esta ciudad que no siento parte de mí. Soy una extraña aquí, una más que pasea por las calles, en el fondo una guiri que vino a este libro en blanco a escribir su historia de nuevo, pero que recuerda aquel libro que quemó, que dejó las cenizas en un baúl guardados, aquel libro del que se deshizo pero que le persigue día y noche por los pasillos, en su mente, en su alma donde se halla impregnado.

Sí que hay gente maja, sí que es exageración de mi mente de enferma, estoy mala, loca, deberían encerrarme, aislarme. Vivo con una camisa de fuerza expresada a los demás con una sonrisa falsa. No soy feliz con lo que dices, con como piensas las cosas ni lo mucho que te la suda todo respecto a mí. Llamarme rara, ridiculizarme, hacer con lo que me queda de esperanza una bola y lanzadla a ver quien la rompe antes. Jugar a ser falsas, jugar a intentar parecer lo que no sois, o lo que quizás si sois, porque yo no pienso hacer ningún esfuerzo al respecto...
Cuando estás medio muerta, cansada, agotada, frustrada, ¿qué más da lo que hagan con lo único positivo que pervive contigo?

No es mi vida, soy de otro siglo, nací sosa, me hicieron más sosa, y por ello moriré sin nada de sal, no soy tímida, pero es que tampoco soy sociable, disculparme por no ser una falsa que va con cara de buena cuando desea tirarse por un balcón por vuestra culpa.

Si sales de un infierno y vives lo que es el mundo, ves más allá de las cuatro paredes que te cubren del frío, ves más allá de la falsedad de las sonrisas, cuando ya has visto el mundo, no hay nada que te pueda obligar a estar de nuevo en uno. Debe ser de humanos eso de creerse mejor que tu compañero, ¿qué narices importará bajo que techo duerme por la noche? Eso de sentir las cosas tuyas no tiene sentido, la pertenencia es algo ficticio, nada permanece para siempre por muchas veces que digas "es mio".

No comprenden lo largas que se me hacen las horas aquí, en este cuarto, entre estas paredes, entre tanta gente que ni saben quien soy ni pretendo que lo sepan nunca... Es eterno cada minuto que pasa, y faltan muchos para poder volver a casa... Busco alguien que sepa ver mi alma, que comprenda el dolor que me puede, el dolor que me ata con una camisa de fuerza, que me prohíbe disfrutar del día a día, porque aquí sin gente que te aprecia, sin gente a la quieres te da igual pasarlo en la calle o estar sola tumbada en la cama...

Es soledad, así se llama lo que inunda mi pequeña alma, se llama añoranza lo que hace derramar mis lágrimas, es necesidad de abrazos que te digan algo, abrazos que desearías no soltar ni en un millón de años, son palabras, momentos, gente que día a día están cada vez más alejados en el pasado. Es estar triste y querer aferrarte a algo, agarrarte al futuro, al momento en el que sabes que vas a volver a tu pueblo del que tanto has rajado, al pueblo que tan pueblo es, pero al pueblo que guarda en el centro de su alma a todos aquellos que querrías que instantáneamente aparecieran ahora en tu cuarto para poderlos sentir más cerca, para que dejasen de estar por lo menos unos segundos, tan tan tan lejanos...


Se llama estar triste y no existe medicamento para curarlo...




lunes, 6 de octubre de 2014

Toda la vida es decidir que camino vas a escoger...

Miro la pantalla blanca de mi blog, nos miramos mutuamente queriendo decirnos mil y una cosas que vagan por mi mente, mil y una sensaciones que no se pueden expresar con palabras ni con hechos, si no las sientes en tu propia piel, en cada una de las células de tu cuerpo nunca las podrás llegar a entender tal y como las siento, entiendo y sufro.
La miro y dejo llevarme por lo que se me va pasando por la cabeza a medida que mis dedos bailando acompasadamente marcan con códigos binarios símbolos que desde pequeños nos enseñaron que significaban las cosas que interpreta nuestra mente, pero no es cierto, todo es falso, no se sabe ni si existe realmente algo que es verdadero.
Me gustaría pensar que si que existen cosas ciertas, verdaderas, cosas que permanecen para siempre, cosas que no caducan nunca, pero aun las cosas guardadas más preciadas llega un día en el que se estropean...

Desde que estoy aquí, en una ciudad preciosa pero triste, he querido escribir una entrada en mi blog para dar perspectiva y expresar, exponer lo que realmente ha sucedido en el tiempo y contrastarlo con las entradas anteriores en las que mi mente se imaginaba y creaba el futuro, un futuro falso y que ni por mucho que hubiese querido concretar en detalles nunca hubiese podido ya que nunca podremos imaginar aquello que no conocemos.

Quizás aún sea temprano en el tiempo de mi estancia aquí como para dar una versión objetivamente subjetiva de que es irte de casa, irte a otra ciudad a trescientos y pico kilómetros de tu vida hasta entonces. Sin embargo siento que el alma me ahoga poco a poco que en ocasiones algo me tira hasta las profundidades del mar, no me deja respirar aire libre, tranquilo hogareño y sin emociones continuas de añoranza por mi tierra que dejé atrás. Si mi yo del pasado me escuchase, me juzgaría por dejarme llevar, por no ser la que era, por querer volver allá de donde ella siempre quiso escapar, y le daría la razón, ya que en parte esa sigo siendo yo ese alma de libertad, ese caminante solitario del que pertenece mi mas profundo yo sigue ahí sin quererse atar, queriendo llevar su vida con sus preferencias, creando una escala de que es mejor y que es imprescindible. Quizás una parte de mí piense que el aprecio, la amistad y los sentimientos son puntos débiles que te atan te amarran y te encarcelan en un depende de lo que hagan otros, es algo que te deja sin libertad de coger tu atillo y emprender una marcha hacia donde nadie más va.

Sin embargo el mudarme aquí ha sido raro, diferente, no es lo mismo marcharte de un lugar del cual si no ves a nadie que te lo recuerde vas a estar hasta mejor, no es igual de sencillo socializar, hacer amigos, crear vínculos cuando no tienes nada que cuando ya partes de una base. Cuando me marché, más bien cuando me concedieron la oportunidad de salir de mi infierno, se me abrió el mundo, fue lo mejor que me pudo pasar nunca, entendí que tras esas paredes que me cegaban la vista, había mucho mas horizonte del que yo creía, y fueron dos años en los que rápidamente quise investigar, irme de aventuras, y fue fácil, muy fácil, no tenía base. Solo me costó hacerme a la idea y convencerme a mi misma que no todo el futuro va regido de lo que ya hemos vivido, cada cual es diferente, por lo que actúa de otro modo y nunca sabes como se puede reaccionar ante la misma situación.

Ilusa de mí nunca se creyó eso, he estado dos años sintiendo que la vida se me iba a volver a ir de las manos, caminaba esperando ya el cuchillo que se clavase en la espalda, deambulaba diciéndome una voz del más allá que todas las personas son semejantes, que por mucho que pase o se van o te vas, y es triste verlo venir. Y como es triste está escrito en este blog de mi alma más oscura.

Sin embargo y a pesar de que no partiría sin base, mi decisión fue marcharme de aquel lugar que tanto recuerdos de toda mi vida me traen al pasar por las calles las plazas, al dar vueltas y vueltas en un sinfín de espirales por los mismos sitios, escapar de tantos recuerdos que me desgarran por dentro, ir a un lugar donde las páginas están en blanco, los sitios no significan nada, no te hacen llorar por dentro cada vez que los ves, los sitios no significan nada, es como una página limpia, nueva deseosa de que se mache de tinta con una historia. Deseaba llegar de una vez, se me iba la vida al pensar que no me iba a encontrar ninguna cara conocida por las calles, que iba a ser una nueva yo, ilusa de nuevo, pensaba que iba a abrírseme el mundo de nuevo a un millar de kilómetros más de los que ya veía en ese pequeño pueblo al salir de las paredes de mi infierno. Pero la Tierra es redonda y desde aquí incluso desde el campanario más alto que pueda existir no se ve mi río que tantos recuerdos tanto trágicos como bellos me traen a la vuelta, no se ve mi fuente que tanta peste ha echado en lo que llevo de vida, no se percibe siquiera la soledad que se siente un día de lluvia entre semana al pasear por esas calles, ese parque... Me siento como Heidi en esa inmensa ciudad que se le escapa de las manos, que añora su montaña sus cabras por el bosque saltando, y es que en parte me he ido igual.

Al salir de mi infierno cualquier cosa iba a ser mejor, no podía ir a peor el sentimiento (real o inventado) que recorría mi cuerpo día a día, sin embargo no he vuelto a salir de ningún infierno ya que no volví a él, estuve por dos años en un pequeño paraíso, al ser en la vida todo son rosas, tiene el color de ellas pero pinchan al mismo tiempo, hay cosas buenas y cosas que sería mejor no recordar, pero al fin y al cabo las rosas son bellas por muchas espinas que tengan. Además vine domesticada, personas que dieron su tiempo al igual que el Principito y el zorro para que nos hiciéramos amigos, y la gilipollas de mi no lo vi a tiempo, y aunque lo hubiese visto, la decisión estaba echada, y no había quien me pudiese cambiar.
La vida entera es un constante decidir entre que prefieres seguir y que vas a dejar atrás. Y tus propias preferencias son lo que determinan el futuro al que vas a llegar.

Ahora, aquí, tumbada en esta cama que dicen que he de sentir mía, en este cuarto de este edificio que ha de ser mi casa, siento que algo me falta en lo más profundo de mí, algo que me desgarra cada vez que le hago caso y le pregunto que qué es lo que le hace estar ahí, que por qué no coge las maletas y se va, sin embargo no le entiendo y mis suposiciones me dicen que cuando me contesta me dice que no se va a ir nunca jamás, que está para quedarse, porque es ese vacío de todo lo que he perdido por culpa de decidir mal.
Mi mente le contradice ya que no creo ni siento que haya sido un error, pues mi carrera me encanta y la ciudad me fascina, sin embargo es difícil tener que empezar todo de cero, cuando antes de venir tenía ya retos superados. La sensación es igual que cuando empiezas una serie, un libro o un juego, y de repente lo tienes que dejar para volverlo a empezar de nuevo, no puedes saltarte capítulos, ni páginas ni superar retos ni batallas sin tener que hacerlas de nuevo. Tienes que repetir todo, poco a poco con el mismo tiempo que te llevó domesticarte, y ves todo muy lejano, perdido, solitario, allá en el horizonte tapado por la niebla que más que verlo percibes que se encuentra allí.

Y da pereza, porque es empezar pensando que quizás que lo más seguro es que en unos años cuando ya todo esté igual que lo que dejaste en el pueblucho, te tengas que volver a marchar...
¿Qué motivación puede tener empezar a domesticar a un zorro si sabes que los vas a tener que abandonar? ¿Qué motivación tiene crear amistades que en el pasado se van a quedar?
No quiero perder lo que tengo, pero inevitablemente tal como la vida viene y va, la distancia mata poco a poco para bien o para mal.

Hay algo peor que la soledad entre millares de personas, y es la soledad al estar entre millares de personas y pensar que nadie de estos alrededores van a ser tan geniales como aquellos que dejaste sin más. Sé que son incoherencias de mi mente que vuelvo loca de atar, pero estar sola entre gente sabiendo que a los que quieres y te quieren no los puedes ni abrazar, me mata lentamente sin que lo pueda remediar....

Hay días que se está happy y días que son depres, cuando estoy feliz mi blog muere y resurge cuando muero, la cuestión es que la muerte siempre está presente...

(Como fin de la entrada siempre pongo una foto, una foto que resuma el contenido de la entrada, que exprese todos los sentimientos expuestos, suelen ser imágenes que busco en ese momento, pero sin embargo en esta ocasión creo que lo más conveniente es poner mi corcho, ese collage de imágenes de mi vida, y con ello me refiero a lo que sí que ha sido para mí VIDA, es decir desde la salida de mi infierno hasta días antes de venir, es lo mejor que nunca me ha ocurrido y cada vez que lo veo es como si lo volviese a vivir, cada día de cada foto... y por mucho que se crean que estoy loca es que significan tanto para mi que soy un poco fan alocada de mis propias fotos :D )

Los mejores ^^





  

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Amigos?

Amigos, que palabra mas usada y tan poco clara.
¿Qué es un amigo, que se considera amigo de verdad?

Para mi hay varios tipos de amigos, y en una escala de peor a mejor irían:

"Amigos" son aquellas personas a las que por algún casual de la vida diaria conoces, y sí, sabes su nombre (pero es posible que no sus apellidos) y quizás alguna vez ha coincidido que has visto su casa, pero por lo normal no tienes ni idea de nada respecto a dicha persona a excepción de que alguna vez lo has visto.

Los amigos para salir son una evolución de los anteriores, los conociste te cayeron bien , les caíste bien (importante ambas cosas), y surgió la cosa de que de vez en cuando quedas con ellos, te avisan para salir o simplemente estáis en un grupo común en el que se planean cosas. Obviamente a la hora de salir se van conociendo mas cosas de su vida, pero aun así no serían a los que acudirías en caso de un problema o algo importante, no hay tanta confianza como para "molestar". (En múltiples ocasiones se confunde este grupo con algunos de los siguientes y es normal, pasas tiempo con ellos y crees que son algo mas que colegas con los que sales a dar vueltas o cenar).

Después están los amigos a larga distancia o de toda la vida, estos son normalmente los restos del grupo de a continuación, son amigos que están ahí congelados en el tiempo, cada cual tiene su vida de la que ni te enteras, pero de vez en cuando muy en cuando por alineación de los astros coincidís en una llamada de teléfono inesperada, o simplemente acordáis para veros. Es entonces cuando os ponéis al día de todo lo ocurrido, mágicamente vais recordando cada detalle de los últimos meses o a veces años y os lo contáis todo como si se os fuese la vida en ello, pueden pasar horas o incluso son necesarias dos sesiones para completar todo el puzzle y poder seguir cada uno hacia delante esperando otro día en el que ocurra lo mismo tras otro puñado de tiempo importante.
Es de esta sección donde se encuentran diversas variables, donde se puede añadir los casos en por los que se unió dicha persona a este grupo. Una de las causas puede ser una bronca o muchas que acaban decidiendo que es mejor poco pero aun conservando el espíritu de gran amistad, o por condiciones del ambiente, cambios en la vida de cada uno, diferentes caminos por los que ir, o simplemente porque tenía que ser así.

Por último están aquellas personas de las que dices que son tus mejores amigos, pero los mejores mejores, aquellos que sabes que van a estar ahí siempre, es más, que están ahí en todo momento. Son como un psicólogo personal pero que no se interesa por tus billetes sino por ti. Al ser tu psicólogo sabe cual es el contexto y comprende por qué te rayas, o por qué le das vueltas al coco cuando otros dirían que es estupidez. Así mismo tu te conviertes también en psicólogo de tu psicólogo y cuando eso ocurre así es cuando de verdad pertenece a este grupo. Como en todo hay variables, ya que puedes ser su mejor amigo pero para ti no pertenece a este grupo, o al contrario, que tu lo tienes colocado en este subconjunto pero tu no significas más que amigo para salir y eso es jodido (con perdón por la palabra) y común.

Sin embargo a pesar de las malas experiencias siempre se consigue encontrar a gente a la que colocar aquí, no suelen ser permanentes, pero ¿qué es permanente en esta vida si todo llega un momento que muere? Es triste ser consciente de eso, es triste ser consciente de que nadie aguanta aquí para siempre, es triste ver como se petan los otros grupos mientras este solo tiene espacio para dos o tres, es triste darse cuenta de que es verdad, que nada permanece constante para siempre a menos que sea del grupo anterior... pero esos solo aparecen cada chiquicientos meses....
Es triste saber que tarde o temprano y mas temprano que tarde los grupos empezarán a moverse, a cambiar de lugar y nunca suele subir en la escala a mejor, sino que caen al grupo de mayor capacidad, todos acaban cayendo quieran o no, aunque prometan estar siempre, porque al fin y al cabo tu en las listas de otros también caes. Pita gravedad...

Es verdad que a parte, hay un grupo de señalados (como los que tienen estrellita) que aun estando en una sección de las cutres, tienen esa "estrellita" de favoritos, y no porque son los que mejor te caen ni nada por el estilo, sino porque son personas que por muy bajos esten de rango y por poco que los veas, sabes por seguro que cuando los necesites ahí van a estar, todo solo depende de la capacidad que tengas tu para "molestar"... Como es lógico y como la vida nos lo muestra, es obvio que las posibilidades de tener "estrellita" aumentan con la cantidad de confianza y la cercanía a mejores amigos. No obstante más de una vez me han sorprendido gratamente (al igual que tristemente...)

Así que nunca se sabe que nos depara el futuro, solo se conoce que la vida es cambio, y me temo que las listas están a punto de cambiar...





martes, 26 de agosto de 2014

Nadie se queda

Hay cosas que no se cuentan, hay cosas que con palabras no se pueden expresar, sueños que recorren tu mente y que no puedes liberar, hay cosas que se deben encerrar dentro de una roca, y se deben tirar al mar, nadie nunca debe encontrarlas ni conocer donde pueden estar. 

Lo que da tristeza se llora, lo que da alegría se ríe, pero ¿y lo que da miedo? cómo se expresa eso sin quedar ante la desnudez de tu alma. Aprendí por malos métodos que el miedo no se deja mostrar, porque ser humano cualquiera como arma lo va a usar. 
Sin embargo hay algo peor que el miedo, y es la ignorancia de saber por qué suceden las cosas, es posible que sea casualidad, que así sea la vida o que yo tenga algo mal. 

Las personas pasan por la vida vienen y se van, reflexionando profundamente te das cuenta de que es como la edad, algo que llega te cambia a bien o mal y después pasa sin que se pueda recuperar. Soy experta en que se marche gente, o en echarla sin más, pasan los días y las grandes personas, a los buenos amigos con los que día a día tenías que hablar comienzan a alejarse por una cosa u otra hasta que solo las ves de vez en cuando y por casualidad.

A nadie le gusta perder lo que más le importa, pero esto ya parece un ritual. Dicen que la vida es así, que nadie permanece para siempre, la vida es pasajera y algunos deben marchar. El para siempre no existe, las promesas de no marcharse son mentiras del no saber que la vida sigue continúa dejando atrás lo que tenga que ser.

Se vive mejor sin darse cuenta de la gente que quedó atrás y de la que vas a dejar en los próximos días, porque nadie permanece cuando te mudas, cuando los ves día al mes, a menos que sean familia o estén por cumplir, se escapan como las lagartijas a la puesta del sol. Claro que se vive mejor, pero cuando ya has comenzado tu lista no la puedes dejar.
El único consuelo que queda es que vendrán otros a ocupar sus lugares, y que después todos al igual te abandonarán. ¿Qué pasará cuando el barco de nueva gente se hunda o deje de funcionar? 
No hay peor soledad que estando rodeado de gente no tener un hombro donde llorar, reír o descansar.






martes, 8 de julio de 2014

Se esfuma, no perdura

Como todo en esta vida, y a pesar de que no queramos creerlo, todo lo que existe tiene principio y fin. Todo lo que llega se va. Todo lo que vuelve, se marcha de nuevo. Pensamos que al menos lo vivido es permanente, queremos creer que lo es, nos engañamos, pero hasta los recuerdos se esfuman sin dejar rastro alguno. ¿Qué sería de nuestra vida, de nosotros mismos si no nos basásemos en los recuerdos que creemos verdaderos para continuar? ¿Qué sería de un mundo que no tiene comienzo ni final? ¿Qué es realmente eterno?

Hasta el Sol un día se va a apagar, hasta la Luna desaparecerá, todos los poetas morirán y cuando no haya personas para leer, aprender y recordar, ¿que será de los sonidos cuando no haya oídos? ¿qué será de los colores cuando los ojos no los formen? ¿qué será de todos aquellos pensamientos, sentimientos, emociones cuando no existan mentes que los rememoren? Es más, ¿qué seremos, quiénes nos recordará cuando todos los que nos conozcan y los que no hubiesen podido conocer ya no existan más? ¿qué será de nuestro paso por la Tierra si ningún ser humano está ahí para recordar?

No somos más que recuerdos que algún día se olvidarán


lunes, 2 de junio de 2014

Random Aleatorio

A veces pienso que tengo mi vida puesta en reproductor aleatorio.

Es como si una vez le di y ya no lo puedo quitar. Tener la vida en aleatorio es ver que te pasan cosas que no esperas en ningún momento, como cuando escuchas música y de repente te salta una de esas canciones del año la pera que ni sabías que la tenías guardada. Como es obvio, las canciones pueden alegrarte, deprimirte o simplemente rayarte y yo soy propensa a las rayaeras xdd.
Sin embargo me gusta tener una vida tan random, porque de qué me iba a reír si no? de qué iba a hablar? Tendría una vida aburrida donde solo suenan de fondo canciones que quieres. Sin embargo encontrarte de vez en cuando una situación fuera de lo común, es lo que le da el sentido a todo.

Ahora sí, no tengo ni idea de que hago para que me pase todo lo que me pasa ni como narices ciertas canciones han llegado a ser reproducidas, pero y lo bien que me lo paso?

En el fondo esta entrada es solo para que en un futuro, cuando tenga uno de esos días medio masoquistas en los que entro a rememorar mis entradas pasadas, pueda recordar la aleatoriedad de mis días, ya que últimamente, con esto de la graduación, la fiesta, y los estudios para selectividad mi equilibrio está compensando penas con momentos demasiado épicos :D



domingo, 27 de abril de 2014

Cuando hace levante es mejor no limpiar el polvo

Un día de estos me va a dar alergia entrar en el blog con la de polvo que está acumulando... ;;;

Pero la verdad que cuando entro es como limpiar mi cuarto cuando hace levante, muchos no sabréis que se siente pero es una sensación de limpiar las estanterías y cuando acabas el cuarto tienes que volver a empezar porque está lleno de polvo y arena igual o más que cuando comenzaste.... Así que concluyes en que es mejor dejarlo...

La verdad que tampoco es que tenga mucho que contar, mi vida sigue tan aburrida/divertida como siempre, toda mi inspiración que podría ir poco a poco acumulándose se pierde a la hora de estudiar historia, de hacer comentarios de texto, a la hora de leer libros con los que caigo rendida de sueño por el aburrimiento, a la hora de resumir autores de filosofía que no me gustan, a la hora de ver como pasan las horas y no avanzamos nada en física, cuando veo que cada vez odio más las clases de la asignatura de lo que quiero dedicarme el resto de mi vida, a la hora de ver como pasan los días y dentro de nada estoy por ahí a tres o cuatro horas en coche lejos de mi casa...  Pero bueno, ahí estoy deseando que llegue el 14 de junio por la tarde y dar comienzo a mi verano, un verano que me he prometido que va a ser genial, en el que me va a dar igual si se decide no hacer nada porque voy a tener planes B y C (que sé que después no será tan así pero la intención ya hace gran parte).

Y bueno antes de todo eso tengo que hacer el spring final, llegar a la meta y poder pararme a beber agua, a descansar y disfrutar del premio, sin embargo eso no se disfruta tanto si no se ha corrido la maratón antes, y en eso estoy :D Así que aunque esto coja polvo cada día tengo presente cada mota que se posa sobre él y me apeno de no poder limpiarlo un poquito añadiendo una entrada nueva... Sin embargo hoy estoy aquí sin decir nada, porque estas palabras sobran en mi obra, pero cuando la inspiración marcha lejos de mi lado no hay más remedio que dejar al polvo hacer su trabajo o hablar sin  decir nada para ser consciente de que no está totalmente abandonado.

No sé cuando será la próxima vez que pise estos lares, sin embargo en mi mente estoy continuamente por este mundo caminando :D


jueves, 27 de febrero de 2014

El tiempo nos cambia

Hay que ver como el tiempo cambia a la gente, para bien y para mal, física y mentalmente...
No hay nada que hacer frente a eso, en este mundo estamos expuesto a cambiar nuestra personalidad, nuestra manera de ver las cosas, nuestras amistades, la forma en la que percibimos todo lo que nos pasa.... Todo eso cambia. Y yo no soy excepción.
Sin embargo para el cambio se necesita gente, actos, experiencias que ocurren, se necesitan cosas externas a ti, y en otras ocasiones te necesitas a ti mismo para cambiar las cosas que no te gustan.

Hace ya casi dos años que me liberaron de lo que era mi infierno. El dolor no suele recordarse, pero este tipo de dolor es el que se te queda grabado en lo más profundo, no es un dolor físico, es un dolor interior, es un dolor que recorre todo tu ser, que te aplasta por dentro, no te deja respirar y te convierte en una bolita de papel humana, al alcance de todo aquel que pretenda tirarla. Pero eso ya pasó, y aunque en ocasiones desgraciadamente mi mente me lo recuerda, también me hizo fuerte. No volvería al pasado a cambiarlo, porque lo más seguro es que ahora sería muy diferente, y mi situación no sería en absoluto la misma. Todo eso me cambió, y lo noto, lo noto a la hora de confiar, de abrirme a los demás cuando me pasa algo, lo noto cuando instintivamente le doy a un botón imaginario donde se me coloca una armadura que me aísla de todo.

Por lo tanto, ese año, el año de mi liberación, fue sin duda el mejor de todos, no desperdicié ni un instante y lo pasé genial. Volvería allí todos los días de mi vida, y con los recuerdos suelo hacerlo. Dichoso campamento, Granadilla, mi graduación... Fue el verano que más aproveché, y eso me alegra. Sin embargo eso no me cambió tampoco en exceso, solo me dio una visión más optimista del mundo, me abrió los ojos a que no todo se reducía a la gente que conocía, sino que más allá de las fronteras podría existir el paraíso, eso sin duda es lo que más le agradezco a Granadilla, que me dio la oportunidad de darme cuenta de que todo no se reduce a unos cuantos alumnos con los que llevas conviviendo desde siempre.

Es así como comencé el nuevo curso, el más sencillo de todos, instantáneamente encontré gente genial, pero yo llevaba por aquella época mi armadura puesta siempre, por lo que no era capaz de formar parte de lo que quizás soy ahora. Sin embargo yo no sabía que iban a cambiar mi mundo. Por una parte comencé a confiar más, a tener más seguridad con los tres locos Li\º/ertos, que se volvieron mis primeros tres amigos de verdad. Como era de esperar en mí, no eran recién conocidos, ya habíamos comenzado nuestra relación el curso anterior y este año del que hablo todo se afianzó. Pronto se convirtieron en esos amigos que jamás había tenido, en esos que si os enfadáis sufres porque no deseas por nada del mundo que se pierdan, de esos con los que sabes que puedes confiar al cien por cien porque no te van a dejar en una cuneta abandonada, de esos que están ahí para sacarte esa sonrisa que necesitas en ese justo momento, para darte ese abrazo especial cuando tu alma lo pide a gritos pero tu labios no pronuncian ninguna palabras, de esos que con solo verte ya saben que te pasa algo, de esos que escuchan mil veces tus paranoias y rayadas, de esos que están ahí siempre a pesar de que de vez en cuando no te lo parezca, son ese tipo de amigos que te quieren y ya con solo eso basta.

Jamás había sentido eso, y si había sido así alguna vez no lo recuerdo. Pero ahí no acaba la cosa, ponto comencé a desgastar mi armadura, empecé a hacerla cada vez más fina con el nuevo grupo que había encontrado. Ellas si que me cambiaron del todo, con ellas conseguí tener a mis primeras amigAs, ya que casi nunca había tenido más de una amiga a la vez. Con los chicos suelo llevarme mejor, y las chicas eran así como únicamente compañeras, con las que puedes reírte un rato, hablar, preguntar cosas de la tarea y no mucho más (siempre hay alguna excepción claro, pero pocas). En un principio no eran más que eso, o al menos era así como yo lo percibía... No me sentía del todo integrada, eran como un grupo pasajero, sí, que está bien para dos añitos o más bien uno que era lo que quedaba... Pero un día, pensaba que estaba ya cansada, que me había pasado lo mismo de siempre, pensaba que estaba a un lado, que les importaba una mierda y que para qué iba a seguir engañándonos mutuamente y haciéndome creer que realmente tenía amigas cuando no era así. Entonces llegó un día en el que, como me suele pasar normalmente, exploté, dije que ese era mi punto y final. Y efectivamente así fue.

Pero no fue el punto y final que había pensado que iba a ser. Para mí era un punto y final de quedar con el grupo, era un punto y final de nuestra "amistad", era un punto y final que las convertía en compañeras, con las que puedes reírte un rato, hablar, preguntar cosas de la tarea y no mucho más. Pero pasó algo que jamás hubiese imaginado que me pasaría, que jamás antes había experimentado de alguien a quien no consideraba amiga de verdad. Fue que a la que menos tragaba, de la que jamás me lo hubiese imaginado, de a la que no soportaba ni en pintura, la más diferente a mí (que en el fondo resultó no serlo tanto), intentó solucionar algo que pensé no tenía solución, se preocupó por mí, me demostró que le importaba, que le daba igual ceder en cualquier cosa que hubiese sido lo que me hacía sentir como estaba en ese momento, no le importaba hacer lo que fuera por tal de que yo no me fuese.
Y me sentí como una mierda total.
Me dí asco.

En cuestión de dos días ya no era la misma, recapacité sobre lo que había pasado, analicé todo y me di cuenta de que la manera en la que percibes las cosas te puede cegar en lo que crees cuando es totalmente mentira, no sé si para ellas supuso un cambio tan importante, pero para mí, creo que fue indispensable, gracias a ellas cambié de parecer, de sentir las cosas a malas como me pasaba antes, desde ese momento algo había cambiado, yo había cambiado. Cosas que el día antes de eso me hubiesen molestado muchísimo ahora me hacían reír.

A día de hoy soy lo más feliz que he sido nunca, hay gente que se ha marchado, otra a la que he echado, hay gente de mi vida que cogió por otros caminos y gente a la que en cuestión de meses ya no volveré a ver nunca más. Mis años se pueden contar por gente que se marcha para siempre, pero también por gente nueva que viene, y es triste pensar en cuán cantidad de amistades se han echado por tierra a lo largo de todo este tiempo. Sin embargo, aunque me apena más de lo que quizás debería, este año he ganado más amigas juntas de las que jamás había soñado, este año ha empezado con buen pie, una nueva yo ha sido la que lo ha impulsado, y aunque llegará el momento de despedirme sé que, cuando vuelva los fines de semanas y vacaciones a este pueblucho, van a estar ahí. Sé que los nueve mejores amigos que se pueden tener y que ahora existen en mi vida van a estar siempre que lo necesite, sé que los voy a recordar siempre, porque gracias a todos y cada uno de ellos soy como soy y quien soy.

Porque aunque con algunos no tenga prácticamente fotos, y en ocasiones parezca que están más distantes y perdidos, los recuerdos de los pelos de colores, los patos, patatas, los chinos-koreanos, los chiste malos, las cosas de los de sociales, y todas las paranoias que vamos haciendo por la calle persiguiendo tapones, las risas, los cotilleos, las salidas de emergencia, los planes nunca planeados, las caminatas sin rumbo fijo, esos viajes a Cádiz donde se rompían chanclas, las quedadas en el mismo sitio la misma hora, las conversaciones sin sentido ninguno, las batallitas con familiares, las experiencias de cada uno en su casa que no se cuentan a menos que sea para animar a alguien, las miles de fotos en un día o ninguna, pero sobre todo las risas imparables que duelen la barriga van a estar ahí, esos recuerdos son los que nunca se borran, y en el caso de que lo hagan aquí están escritos. :D

Sé que hoy estoy ñoña, demasiado ñoña, tanto que incluso es seguro que hasta insoportable, pero es lo que tienen los días buenos, que no quieres que jamás se acaben, y yo ya vislumbro a lo lejos el día de marcharme, de resetearme. Ese día en el que lo más seguro es que me vaya sin backup, será un día en el que no pueda dar marcha atrás. Y la decisión ya ha sido tomada, y quiero llevarla a cabo, pero eso no implica que en ocasiones desee que ese día no llegue, eso no implica que me dé miedo poder contar un año más con gente que se marcha para siempre, eso no implica que desee estar allí y aquí al mismo tiempo para no perder a nadie. Porque es lo que tienen los formateos, que empiezas todo de nuevo, va todo mejor, funciona el ordenador sin problemas, pero corres el riesgo de que tus datos personales se vayan a la mierda. Por lo tanto, mientras reiré, saltaré, me lo pasaré en grande hasta el día en el que a lágrima viva os diré a todos:  "Hasta luego, gracias por todos estos maravillosos días, nos veremos sin falta cuando vuelva por aquí de visita."



jueves, 13 de febrero de 2014

Looooca

Quizás cuando lo lean creerán que estoy loca, y quizás lo esté, pero tengo una pequeña adicción a la piscina, al agua rozando mi cuerpo, a esas moléculas que te ayudan a impulsarte, a nadar...
Y es que es algo como mágico el hecho de tirarte de cabeza a la piscina, y notar como a medida que entras las gotas de agua, sus moléculas se apartan dejándote pasar, quedándose pequeñas gotas repartidas por tu cuerpo, empezar a mover los brazos y piernas y desplazarte por la tercera ley de Newton hacia delante creando pequeñas ondas que crean ritmo a medida que pasas, ondas que perturban toda la piscina por extensa que sea, ondas que crean una melodía sorda que solo se puede apreciar con el tacto y la vista. Y nadar y nadar y nadar y querer parar pero no hacerlo, nadar hasta que no puedas más, sin sudar, sin sentir el calor sofocante de cuando haces ejercicio fuera del agua, tan solo tú y las ondas de la piscina. Creando una armonía que no te deja pensar en nada, que tan solo borra lo que tuvieses en la mente para concentrarte en respirar, en mover los brazos acompasadamente, en mover las piernas cual sirena para desplazarte, a la ida, a la vuelta, todo el tiempo que puedas.
Quizás esté loca.
Pero soy feliz siendo así de loca.


jueves, 6 de febrero de 2014

En el fondo, me alegra pasarme por aquí casi nada :D

Últimamente mi mente por paraderos que desconozco vaga, 
va y viene antes de ser capaz de descubrir que es lo que trama. 
Los recuerdos que la habitan cuales nómadas viajan. 
La inspiración marcha alejada de mi alma, 
descansa solitaria en un rincón donde no puede llover nada, 
espera a que un día una chispa salte iluminándola, 
desea poder salir a la superficie sin morirse, sin ser aplastada, 
por los pasos hacía las tinieblas que acabaron machacándola.

domingo, 19 de enero de 2014

Life...

Este es el rinconcito donde me desmeleno, donde dejo todo lo que llevo en mi maleta y que me molesta, donde soy yo completamente sin cuidado respecto a lo que puedan pensar otros, es mi lugar, mi cuarto del pánico, donde me hago una bolita hasta que el miedo ha pasado....
Hace mucho que afortunadamente no tengo que venir por aquí, es una pena para los que tienen ganas de leer cosas y estupideces mías nuevas, pero para mi, el no venir por aquí implica que me siento bien, que no tengo nada en la cabeza que no me deja dormir, que ni me circulo ni me triangulo (?) tan solo soy (si se puede decir así) feliz.
Han pasado cosas tristes en mis últimos días, son tristes para llorar, pero no creo que aporten el mismo daño que otras cosas que no me ocurren.... Quizás lo peor lo espero y no me afecta tanto que lo pequeño inesperado, que esa pequeña astilla que eres incapaz de quitarte y que te fastidia día a día. Las grandes heridas se curan con paciencia, a menos que las infecten en exceso, pero las pequeñas se infectan solas, sin necesidad de que nadie entre a decir gilipolleces que matan, estrujan y cuecen a la plancha.... En ocasiones no se sabe que es peor si sufrirlo o verlo sufrir...

Hay momentos en los que te preocupas por estupideces, por poder cantar matarilerilerile, y ver como tus llaves reposan en el fondo del agua... Pero ahí está la vida para mostrarte cuan gilipollez es, que te clava un cuchillo por la espalda, que notas como la fina lámina de acero entra rasgando todos los tejidos hasta mancharse entero de sangre, y ves que eso es la vida, la suerte, la gente la que lo hace, y no lo puedes remediar. Y entonces es cuando te das cuenta de que en el fondo tener apuñalada la espalda no importa, puede que, por algo menor, haya un enfermo en la sala de espera del tiempo que esté mucho peor... Y ahí apuñalada estás siempre, tanto para sonreír como para llorar, no importa la cantidad de lanzas, flechas o cicatrices te queden de lo que llevas de vida, no importa cuántas menos o más tenga el de al lado, ya que en la sala de espera del tiempo todos esperan a que cuando les toque la cita ya estén curados. Y curarse se puede solo, pero sin ayuda de buenos zapatos y calcetines no se puede seguir esperando, el frío entra por los dedos y se reparte por todo el cuerpo congelándote hasta que algún calcetín abandonado decide unirse a echar una mano. Yo tengo suerte de poder ir calzada y de poder calzar a otros que lo necesitan, y de poder estar en la sala aguantando todo lo que llueva y todo lo que intenten matarnos, porque la constancia puede con las lanzas, puede quitarlas cual enfermero e intentar sanarlas, pero tan solo el tiempo y los pies abrigados pueden completarlo.

Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?

Cuando la trémula mano
tienda próximo a expirar
buscando una mano amiga,
¿quién la estrechará?

Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
¿quién los cerrará?

Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral),
una oración al oírla,
¿quién murmurará?

Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa.
¿quién vendrá a llorar?

¿Quién en fin al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo,
¿quién se acordará?
Gustavo Adolfo Bécquer