La inspiración,
el tiempo,
las ganas,
las veces que lo veo,
son tan insuficientes.
Rara es la vez
que la poesía sale
de mi mente.
Ya lo sabía,
lo había avisado,
y efectivamente,
sin contradecirme,
mis palabras
acertaron.
Dejo este sutil mensaje
para que quede
grabado permanente.
La inspiración ha marchado
y no sé cuando,
como un pájaro en verano,
regresará volando
a su hogar,
mi corazón ahora abandonado. . .