Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer
Somos dueños de nuestro silencio,
y esclavos de nuestras palabras.
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nube de tempestad que rompe el rayo
y en fuego ornáis las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!.
Llevadme, por piedad, a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡¡Por piedad‼ ¡¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas‼
Gustavo Adolfo Bécquer
Hoy ha sido extraño, bastante extraño, no se me ocurría más cosas que escribir que dedicarle una entrada a mi ídolo, Bécquer.
Profesor de mis poesías, romántico rezagado que varios años más tarde es capaz de conmoverme en muchos, por no decir todos sus poemas‼
Aunque para escribir poesía no solo me hace falta un maestro, por bueno que sea, sin inspiración no soy capaz de ir a ningún sitio. . .
Y ahora mismo mi inspiración marcha alejada de mi lado. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario